Debido a que cada vez pasamos más tiempo conectados a las redes sociales, bien realizando actividades relacionadas con nuestro trabajo académico o porque estemos disfrutando de nuestras
aficiones, también puede suceder que sin darnos cuenta dejemos una pequeña vía abierta para que ciertas personas puedan dañarnos a través de las redes.
Si esto sucede, ¿Cómo debemos actuar? En primer lugar, no debes sentirte culpable de nada. Busca ayuda en alguna persona adulta de tu entorno y cuéntale lo que te está sucediendo. Para poder
valorar la gravedad de la situación, es necesario que recopiles pruebas como capturas de pantalla de conversaciones, guardar audios, etc.
No hay que entrar en provocaciones y no se debe responder a chantajes.
Es conveniente realizar algunas comprobaciones en tus dispositivos informáticos, como cambiar contraseñas o revisar las
condiciones de privacidad de tus redes para verificar quién tiene acceso a tus publicaciones.
Evita el uso de aplicaciones y plataformas donde se esté produciendo el acoso, al menos hasta que vuelvan a ser entornos seguros para
ti. Recuerda solicitar que se elimine el material que se ha usado para dañarte. La gran mayoría de las plataformas permiten
realizar esta acción. Examina tu lista de contactos en tus redes, es aconsejable que elimines a aquellas personas a las que no conozcas. No compartas información comprometedora, fotografías o
videos íntimos. Y recuerda lo más importante, ¡no estás sol@¡
Sitios de denuncia oficiales:
https://www.gdt.guardiacivil.es/webgdt/pinformar.php
Fuentes:
- Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Deporte. Decálogo para la prevención del Ciberacoso. Guía para el alumnado.
- Ministerio de Educación. Guía de actuación contra el ciberacoso.