¿Qué hago si es mi hijo el que acosa?

¿Qué hago si es mi hijo el que acosa?

A todos los padres les preocupa que sus hijos puedan ser víctimas de acoso escolar y estarían dispuestos a buscar soluciones si ocurriera. Por el contrario, cuando reciben la noticia de que son quienes ejercen el acoso, la actitud suele ser distinta: 8 de cada 10 progenitores se ponen del lado de su hijo cuando son acusados de acosar a un compañero. Rechazan esa realidad, la niegan e, incluso, se alegran de que al menos no sean quienes reciben el bullying. 

 

Se debe tener en cuenta que el acoso escolar tiene consecuencias a largo plazo no solo para la víctima, sino también para el agresor. Si no se ataja a tiempo, puede derivar en conductas futuras como el mobbing o el maltrato a la pareja. Por ello, es muy importante que se acepten las sanciones educativas y no punitivas que se interponen a nuestros hijos cuando han hecho bullying.

 

La organización internacional Save the Children recoge en su 'Guía de actuación frente al acoso y el ciberacoso para padres y madres' una serie de recomendaciones sobre cómo actuar. En primer lugar, debemos permitir que nuestros hijos se expresen y prestarles atención sin opinar ni juzgar manteniendo la objetividad. Tenemos, también, que ayudarlos a asumir sus errores y explicarles que sus comportamientos tienen consecuencias. En este proceso se debe involucrar toda la familia mientras se les hace reflexionar sobre la empatía, la bondad y la solución pacífica de conflictos. Asimismo, debemos dejarles claro lo importante que es contar todo lo que ha pasado hasta el momento.

 

¿Qué hago si es mi hijo el que acosa?

 

Otros consejos aportados por la organización son los siguientes:

  • Mostrar empatía con la víctima. Reforzar la idea de que nadie merece sufrir este tipo de situaciones.
  • Reforzar la idea de que las diferencias o conflictos deben solucionarse de forma no violenta.
  • Subrayar la idea de que todo el mundo puede equivocarse y que entre todos hemos de encontrar las soluciones adecuadas (familia y colegio).
  • Buscar juntos alternativas de respuesta para la situación que se ha creado.
  • Profundizar en la idea de la reparación del daño y la solicitud de perdón a la víctima.
  • Consultar sobre la necesidad de ayuda externa por profesionales especializados.

Es muy importante solicitar ayuda profesional porque los niños acusados de ejercer el acoso podrían estar pasando por un momento donde se sientan inseguros e inferiores con una baja tolerancia a la frustración y pocas habilidades sociales. 

Por último, si les preocupa identificar a tiempo actitudes que puedan dejar ver que nuestros hijos podrían estar acosando en su colegio o instituto, pueden atender a las siguientes formas de actuar según la psicóloga infantil y de familia Margarita Montes:

  • Se burla de otros a menudo y ridiculiza a sus iguales. Parece no saber relacionarse normalmente sin hacer de menos a otro.
  • Trata de que otros amigos le sigan en sus burlas y busca ese consenso permanentemente, y a los amigos que no le siguen en esto, deja de buscarlos o los desprecia.

A modo de conclusión, tal y como afirma Montes, si le llaman del colegio en alguna ocasión y le dicen que han percibido que su hijo es irrespetuoso o se burla de otro de manera persistente, no relativice. Tome cartas rápidamente en el asunto.