El arte de los sonidos es tan viejo como el mundo, puesto que la música siempre ha estado presente en todas las culturas y sociedades que han existido a lo largo de la historia de la humanidad. Caracolas marinas, silbatos de hueso o madera aparecidos en yacimientos arqueológicos de las más remotas épocas, sirvieron con toda seguridad, para enviar consignas en las distancias y advertir de posibles peligros.
La evolución de la música a lo largo de la historia ha sido tan sorprendente, que actualmente podemos considerarla como un medio universal de comunicación que transciende culturas, idiomas, países y tiempos.
Son conocidos los diferentes beneficios que aporta a nuestra vida, pero lo realmente fascinante, es la fuerte repercusión que puede suponer sobre nuestro cerebro la aproximación a las enseñanzas musicales y sobre todo, el proceso de aprendizaje de un instrumento. Por este motivo, el papel que desarrolla la educación musical en el ámbito académico es absolutamente esencial, puesto que no solamente hablamos de incrementar y ampliar los conocimientos que puedan adquirir nuestros jóvenes estudiantes en las escuelas, si no que la asignatura de Música, es utilizada como método de transmisión de principios sociales (como pueden ser el valor del trabajo en equipo y la importancia del esfuerzo personal) a la vez que como recipiente para promover soluciones e informar sobre los posibles problemas que puedan afectar a la vida de los alumnos y su futuro como adultos.
Uno de los grandes problemas por los que se ven afectados muchos de los jóvenes de nuestra sociedad, es el conocido como acoso escolar o “bullying”. Un serio problema que se lleva repitiendo en diversas aulas de nuestro país durante años, y que desafortunadamente, se ha acentuado gracias a la incorporación de las redes sociales (ciberacoso) a nuestras vidas.
Evidentemente, las enseñanzas musicales no pueden solucionar situaciones como estas por sí solas, pero sí es cierto, que pueden ayudar a prevenirlas y a paliar los efectos que el acoso produce sobre la víctima.
Influencia en las aulas
- TRABAJO EN EQUIPO:
Es en las aulas donde encontramos los ejemplos más evidentes de la clara influencia que esta disciplina ejerce tanto en el sistema educativo, como en las relaciones de cooperación y trabajo en equipo de los propios alumnos, ya que la música se convierte en un vehículo idóneo para el desarrollo integral de los niños y un buen método para atender a la diversidad del aula y fomentar sus potencialidades.
En cualquier otra materia, el estudio de la misma suele realizarse de una forma individual, excepto en algún caso excepcional en el que se programa un trabajo en grupo, de manera que el resultado final siempre dependerá del nivel de esfuerzo particular de cada estudiante. No obstante en la asignatura de Música, los alumnos deben en primer lugar, realizar un estudio individual de la materia para posteriormente cooperar con sus compañeros en un proyecto común, en el que será imprescindible la implicación de cada uno. De este modo, no solo se consigue fomentar la comunicación y promover las relaciones sociales entre ellos sino que además, conseguimos un clima de trabajo y cooperación.
- TRABAJO INDIVIDUAL Y MIEDO ESCÉNICO
También es importante mencionar, que los alumnos se ven en la situación de enfrentarse a ejercicios de interpretación de forma individual ante sus propios compañeros de clase, enfrentándose
directamente a un posible miedo escénico que puede producir en el alumnado el hecho, de tocar un instrumento en público por miedo a la crítica o simplemente por vergüenza.
Aunque esto parezca anti producente, el efecto que se pretende conseguir es totalmente el contrario, ya que los mismos alumnos que están siendo espectadores de la interpretación de su compañero,
tendrán que pasar por la misma situación, creándose lazos de colaboración y empatía entre los escolares.
- RENDIMIENTO ESCOLAR
Según un estudio realizado por la Universidad de Florida, la música activa más partes del cerebro que ningún otro estímulo humano, por lo que tiene un efecto directo sobre los estudiantes y puede llegar a mejorar sustancialmente las habilidades lingüísticas, la creatividad y la concentración. Si a esto le sumamos una mejoría en las relaciones entre los alumnos y un mejor clima en las aulas, el rendimiento escolar se verá influenciado positivamente.
Influencia sobre la víctima
“La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”
Platón
Con la cita, Platón intentó explicar la evidente relación que existe entre la música y nuestras emociones, puesto que esta, dispone de ciertas cualidades que inciden sobre nuestras dimensiones emocionales y/o espirituales hasta tal punto que, se pueden percibir modificaciones en nuestra fisiología, alteraciones en nuestro estado anímico y un cambio en nuestra actitud mental.
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LA INFLUENCIA MUSICAL EN
UN CASO DE ACOSO
La primera consecuencia, que sin duda tiene, la participación musical activa sobre una víctima de acoso escolar, (Sociedades o Agrupaciones Musicales, coros, grupos, etc) es la ampliación de su entorno social. Un estudiante que sufre acoso escolar en su centro educativo, y que invierte su tiempo libre estudiando música en una academia o en un conservatorio, inevitablemente encontrará un nuevo grupo de gente con el que interactuar y con el que tendrá una inquietud y un interés común, como es en este caso, aprender solfeo para posteriormente formarse en un instrumento musical específico.
Una vez que haya completado su formación básica y pueda integrarse en una banda de música o en un coro, un nuevo abanico de relaciones sociales se abrirá constantemente ante él. Al igual que practicar un deporte en grupo, ser miembro de una banda de música o de un grupo coral, contribuye a mejorar las relaciones afectivas y sociales con el resto de componentes. Además es importante destacar, que los miembros de estas sociedades suelen tener un sentido de empatía y compañerismo más acentuado que el resto de la sociedad, son menos agresivos, reciben mayores honores académicos y tienen mejores habilidades para el racionamiento abstracto, por lo que la víctima puede encontrar un nuevo grupo de amistades idóneo en las que poder refugiarse.
No es menos importante la inyección de autoestima que puede suponer ser miembro de cualquiera de las agrupaciones anteriormente mencionadas. Verse en la situación de cantar o interpretar una obra musical públicamente, tiene como consecuencia la que posiblemente sea la muestra de aceptación más emocionante que pueda existir, el aplauso. Que el esfuerzo y sacrificio de las horas de estudio invertidas sean recompensadas por el aplauso del público, puede suponer una dosis de autoestima y confianza que sin duda repercutirá positivamente sobre el estado de ánimo de la víctima y sobre su manera de afrontar una situación de acoso.
Del mismo modo, los viajes y encuentros con otras formaciones y sociedades, suelen estar dentro del programa de actividades de cualquier sociedad musical. Este tipo de convivencias y conciertos conjuntos, son propicios para conocer nuevas amistades, para viajar a nuevos lugares y para fomentar un sentimiento de grupo y unión frente al resto de bandas o coros.
A la gran oportunidad de subir la autoestima y de mejorar las relaciones sociales y grupos de amistades de un alumno que esté sufriendo acoso escolar, se suma la gran oportunidad de futuro que se le puede brindar mediante los estudios musicales. La relación desde la infancia con los instrumento, enseña a los niños a valorar el esfuerzo y el aprendizaje continuo. De hecho, no son pocos los niños que tras dominar un instrumento, se apasionan por este arte y toman la decisión de seguir explorando sus capacidades, aventurándose a estudiar otro instrumento totalmente diferente al que ya controlan, a cantar o incluso a realizar sus primeras composiciones.
Por último y no menos importante, me gustaría destacar la gran repercusión académica que puede suponer la iniciación en un instrumento desde la infancia. No debemos olvidar que los estudios musicales impartidos en Conservatorios Elementales, Profesionales y Superiores son estudios oficiales y pueden ofrecer una amplia gama de opciones laborales como pueden ser la docencia, la interpretación, la composición, etc… por lo que, donde vemos una posible opción para paliar y amortiguar los efectos en una situación de acoso, indirectamente podemos estar ofreciendo una opción de futuro para aquellos que sufren esta desagradable situación.
Como hemos visto, es posible influenciar positivamente la conducta de nuestros jóvenes alumnos por medio de la música, incentivando el compañerismo y el trabajo en equipo. También es posible que un alumno que sea víctima de acoso escolar, encuentre un refugio tanto en los estudios musicales como en los círculos sociales que suelen surgir en los conservatorios y agrupaciones. Y por último, podemos estar ofreciendo la oportunidad de explorar un futuro académico rico en oportunidades laborales.
Sin duda, la música es parte de la solución.
BIBLIOGRAFÍA
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Fernández de Latorre, Ricardo.
Historia de la música militar de España. -
Hormigos Ruiz, Jaime. (2008). Música y Sociedad.
Análisis sociológico de la cultura musical de la posmodernidad.