Una parte de los adolescentes que sufren acoso escolar pertenecen al colectivo LGTBI. Según Milagros Otero, defensora del Pueblo de Galicia, “la mitad de los casos de acoso escolar son de carácter homófobos”, en relación a su identidad de género y/u orientación sexual.
A medida que han pasado los años, se ha ido construyendo asociaciones, normativas y propuestas defensoras para detectar y frenar el acoso homofóbico en nuestra sociedad. Uno de los contextos con más dificultades para detectar este tipo de acoso es el educativo, por la falta de información que tienen, tanto los docentes como el alumnado, sobre qué es la homofobia. Según la UNESCO, el acoso homofóbico es un gran obstáculo que afecta, no solo para poder alcanzar una educación inclusiva sino también perjudica al acceso, la calidad y el entorno que garantice los derechos humanos del colectivo LGTBI. Por ello, desde los centros educativos deben de hacer frente a este tipo de acoso escolar a través de revisión y exposición de los prejuicios, mitos y actitudes hacia la diversidad sexual, y por otro, actuar para erradicar la discriminación y el bullying homofóbico, construyendo así un entorno educativo.
La UNESCO, plantea algunas de las situaciones que se tienen considerar para conseguir dicho objetivos:
- Falta de información con respecto a sexualidad, género, orientación sexual e identidad de género, creando a su vez mitos, prejuicios e ideas erróneas.
- Presencia de actitudes negativas y de resistencia frente a la diversidad sexual del entorno educativo (homofobia, lesbofobia, transfobia y sexismo).
- Doble moral en torno a la sexualidad generando confrontaciones.
Es necesario promover una valoración positiva de las diferentes formas de expresión del deseo y la identidad, valores igualitarios y de libertad, además de la convivencia pacífica basada en el respeto a los derechos humanos.