Carmen Boza relata su experiencia con el bullying

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“Recuerdo un episodio, un día de cientos, tenía unos 10 o 12 años, volvimos del recreo y fui la última en entrar a clase.

Ya estaba todo el mundo en sus pupitres y una chica de las que yo creía que no me odiaba del todo hizo un gesto que desató la función... Unos cuantos niños y niñas se tiraban de la nariz hacia arriba y hacían como si fuesen una aspiradora.

Gritaban “¿quiere que le aspire la casa?”, reían y me miraban. Se reían de mí, de mi nariz respingona supongo.

Lo absurdo de la maldad, 20 años después no se me ha olvidado.

Aunque ahora en retrospectiva no sean esos episodios los que más me duelan o incluso me puedan parecer ridículos, en su momento y sumado a muchas otras situaciones en las que no entendía por qué en el colegio la tomaban conmigo, sumado a muchas mudanzas, a mis historias familiares, etc... mi infancia hasta entrada la adolescencia fue bastante jodida.

 


Una vez tuve la oportunidad de preguntarle a uno que me puteaba que además de un tibio, era un chivato: ¿por qué? “No sé, porque sí, dices cosas que no tienen gracia yo que sé”.

Ah, bueno, ok.

Alguno que otro, cuando la pubertad fue asomando decidió cambiar de enfoque en su relación conmigo, un detalle.

No me alegro porque ‘quizá todo eso me haya hecho más fuerte’, ojalá no lo hubiera vivido.

En el colegio por aquel entonces los profesores jamás se meterían en este tipo de cuestiones a no ser que hubiese agresiones físicas de por medio y según en qué colegio.

Tampoco en casa podía hablarlo porque lo que recibía de vuelta era ‘ignóralos’.

Al final me cambiaron otra vez de colegio.

Pero el daño ya estaba hecho de todas formas y he arrastrado muchas inseguridades de aquellas experiencias.”

 

Esta es una anécdota, como hay miles, más graves y menos graves, lo que sí que no tiene medida es lo duro que resulta para alguien, especialmente si es joven, sufrir esa violencia y no comprender el por qué, porque no lo tiene, es pura maldad y frustración proyectada colectivamente sobre alguien.

Os animo a que os informéis de este tema y de las muchas asociaciones que están luchando para acabar con el acoso y el ciberacoso.

ACANAE es una de ellas.

#BloqueaElAcoso