El acoso homofóbico es el segundo tipo de bullying más común en la actualidad. A pesar de lo injusto que pueda parecer, las personas homosexuales, bisexuales o transexuales tienen más riesgo de sufrir bullying que las que son heterosexuales. Las edades en las que son más comunes los casos de acoso escolar y ciberacoso suelen estar comprendidas entre los once y los dieciséis años, coincidiendo también con la búsqueda de la propia identidad, las dudas sobre la sexualidad y el descubrimiento del camino que queremos seguir en la vida.
El bullying homofóbico suele ser definido como un acoso físico o psicológico a una persona por orientación sexual (real o percibida por los demás), o porque el comportamiento de ese individuo no se corresponde con el de otros de su mismo sexo.
Los datos son escalofriantes:
- El 90% de los alumnos que han sufrido bullying homofóbico ha sido psicológico y un 40% ha recibido agresiones físicas.
- El 97% de los alumnos ha escuchado insultos o burlas homofóbicos usados con mucha frecuencia.
- El 30% de los alumnos homosexuales asegura que nunca se ha sentido a salvo en su centro educativo.
- El 65% de alumnos de la comunidad LGBT ha sufrido bullying directamente y, de estos, el 75% de los casos se han dado en escuelas religiosas.
Las consecuencias de este tipo de bullying son muy parecidas a las que ocurren con otro tipo de acoso:
- La negación de su orientación sexual a sí mismos o a los demás, o intentos de cambiar su orientación sexual.
- La baja autoestima y/o imagen negativa del cuerpo.
- Una aversión hacia otros jóvenes LGB abierta o evidente.
- La vergüenza, depresión, actitud defensiva, la ira o la amargura.
- Auto-humillarse para ganar aceptación social.
- Conductas de riesgo, incluso el abuso de sustancias.
- Autolesiones y/o pensamientos suicidas.
¿Qué se puede hacer? Para los centros educativos se propone:
- Políticas escolares, tanto para el personal como para los alumnos (la igualdad de oportunidades, políticas de acoso, etc.), incluyendo la orientación sexual e identidad de género.
- Refuerzo diario de la utilización de un lenguaje positivo y el desafío de los comentarios inapropiados realizados por el personal y los alumnos a través de la política y la escuela en general, etc.
- Sensibilización del personal y los estudiantes, incluyendo talleres, charlas, actividades a través de profesionales.
- Estrategias de apoyo accesibles y diversas para abordar el bullying homofóbico, incluyendo folletos con señalización de las líneas de ayuda.
Para los padres se propone que escuchen a sus hijos, que los dejen expresarse con total libertad, que no los juzguen, que se muestren interesados en lo que sea que quieran contarles y, sobre todo, demostrarles que no deben sentir vergüenza por ser como son.
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Fuentes:
- Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales [ PDF ]
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Amnistía Internacional > 'Realidad española'
Bullying homofóbico: una realidad creciente en los centros educativos